En la codiciada Avenida Casiano Moreno, donde el mar susurra al oído cada mañana y el horizonte se convierte en paisaje cotidiano, se alza esta joya arquitectónica de 280 m² distribuidos en dos plantas llenas de carácter, historia y luz. No es solo una casa, es un testimonio del tiempo y del buen gusto.
Con una fachada que combina piedra natural y líneas modernas, esta residencia independiente mira directamente al océano, ofreciendo una de las vistas más privilegiadas de la costa de Foz y Barreiros. Dos terrazas —una íntima hacia la urbanización, otra expansiva al mar— permiten vivir el exterior todo el año, con el murmullo de las olas como banda sonora.
Distribuida en 6 habitaciones y 3 baños, esta propiedad ha sido construida para perdurar: fontanería de cobre, tuberías de PVC y una estructura sólida hablan de calidad invisible, de esas decisiones que marcan la diferencia con el tiempo. El garaje privado y el trastero añaden funcionalidad sin comprometer la estética.
La parcela de 720 m², ajardinada con gusto y fácilmente mantenible, enmarca la casa con frescura y privacidad. Es una vivienda en segunda mano pero en excelente estado, perfecta para personalizar sin necesidad de empezar desde cero.
Sin finca anexa, pero con la playa como prolongación natural del jardín, esta propiedad es ideal para quienes buscan vivir el lujo sin ostentación, el espacio sin aislamiento, la belleza sin artificios.
Una propiedad para quienes entienden que las verdaderas joyas no siempre están a la vista. Aquí, el lujo no es solo una cuestión de metros cuadrados, sino de atmósfera, de ubicación
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