En una de las zonas más dinámicas de Benidorm se esconde un auténtico oasis privado pensado para quienes quieren disfrutar del Mediterráneo con un plus de exclusividad y tranquilidad. Al cruzar la puerta de esta urbanización, la sensación es la de entrar en un pequeño resort donde todo está preparado para desconectar: una piscina larguísima de agua azul intensa recorre el lateral del edificio y se convierte en el eje de la vida diaria, rodeada de cómodas tumbonas, sillones colgantes y rincones verdes que invitan a olvidarse del ritmo de la ciudad. La arquitectura moderna del conjunto, con grandes superficies acristaladas, barandillas de vidrio y detalles en mármol, refuerza esa sensación de lujo relajado que tanto cuesta encontrar en pleno Benidorm.La zona de piscina es, sin duda, el gran reclamo visual de la urbanización. El espejo de agua se extiende como una lámina infinita a lo largo de todo el jardín, perfecto para nadar largos, refrescarse en verano o simplemente dejarse llevar por el sonido del agua mientras se toma el sol. A su alrededor se han creado diferentes ambientes: áreas de descanso con butacas reclinables, camas acolchadas para tumbarse con un libro y, sobre todo, una serie de columpios‑sillón de estilo bohemio que cuelgan de la estructura perimetral y ofrecen un rincón íntimo desde el que contemplar la piscina. De día, el sol se refleja en el agua y llena de luz todo el espacio; al atardecer, la combinación de tonos azules, vegetación y arquitectura crea una atmósfera muy especial, ideal para compartir una copa o una cena tranquila al aire libre.La vegetación juega un papel fundamental en la personalidad de este residencial. Palmeras, plataneras y plantas tropicales abrazan todo el perímetro del jardín, aportando frescor, sombra natural y un agradable toque exótico que transporta mentalmente a un resort de vacaciones. Pasear por los senderos que rodean la piscina, sentarse bajo un árbol o balancearse en una hamaca entre la vegetación se convierte en parte de la rutina diaria. La sensación de intimidad es máxima, ya que el diseño combina zonas verdes, cerramientos y diferencias de altura que aíslan del exterior y permiten disfrutar del espacio sin miradas indiscretas, algo muy valorado en una ciudad tan viva como Benidorm.El edificio que preside la urbanización se ha diseñado con un marcado aire contemporáneo. Las fachadas en tonos claros, los detalles en mármol y las barandillas de cristal proporcionan una imagen limpia, luminosa y muy actual. Desde las terrazas se disfrutan vistas directas a la piscina y a los jardines, de manera que el azul del agua y el verde de las plantas forman parte del paisaje cotidiano desde el primer café de la mañana hasta la última luz del día. Al mismo tiempo, la ubicación permite contemplar el skyline de Benidorm y las montañas del entorno, una combinación que refuerza la sensación de estar en un enclave único: cercano a todo, pero con un ambiente mucho más sereno que el del centro.En el interior del residencial, la experiencia continúa con una zona de spa que sorprende por su cuidado diseño. El circuito de aguas climatizadas incluye diferentes zonas de hidromasaje, chorros a presión y áreas de relax, todo ello revestido con mosaicos y cerámicas de inspiración marmoleada que transmiten elegancia y bienestar. Aquí es posible disfrutar de un auténtico momento de desconexión en cualquier época del año: una sesión de burbujas tras un día de playa, un rato de agua caliente en invierno o una tarde de relax mientras fuera sopla el viento. El spa se complementa con un ambiente envolvente, iluminación indirecta y una estética muy trabajada que convierte cada visita en un pequeño ritual de autocuidado.La urbanización incorpora también espacios pensados para mantener un estilo de vida activo sin salir de casa. Una zona equipada con máquina multifunción permite realizar entrenamientos de fuerza y tonificar el cuerpo sin necesidad de desplazarse a un gimnasio externo.
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