Si conoces Gros, sabes que vivir en la calle Miracruz, junto al emblemático puente Santa Catalina, que conecta con la Avenida de la Libertad, es estar en el corazón de todo. A un paso del centro, de la playa, del bullicio con encanto del barrio… y a la vez, en una zona tranquila y cómoda para el día a día.Estarás a menos de 5 minutos andando del centro de Donostia-San Sebastián, de la playa de la Zurriola y el Kursal o de la parte vieja.Este piso es grande, muy grande. Tiene un salón enorme, dos habitaciones también de buen tamaño, una de ellas —la principal— con baño en suite, y una cocina independiente amplia y equipada. Además, al entrar, te recibe un hall distribuidor de los de antes, con espacio de sobra para organizar bien la casa desde el primer paso.Uno de los detalles que suma es que cuenta con una despensa o trastero interior, muy práctico para almacenaje sin ocupar las zonas principales.¿Y la luz? Aquí no falta. Tanto las habitaciones como el salón dan a un amplio patio de manzana muy abierto, por donde entra el sol durante buena parte del día. Además, estas tres estancias están conectadas por un balcón largo y exterior, ideal para ventilar, asomarte o simplemente dejar que la casa respire.Y por si fuera poco, el portal está siendo reformado y el ascensor se está bajando a cota cero, lo que añade valor, comodidad y accesibilidad al conjunto.En resumen: un pisazo en una de las mejores calles de Gros, amplio, luminoso, bien distribuido y con muchas ventajas que no se ven todos los días.
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