Presentamos una propiedad única y exclusiva en pleno campo de Menorca, un auténtico refugio rural.
El acceso a esta finca ya nos transporta a la Menorca más tradicional: un camino rodeado de pared seca a ambos lados, que garantiza privacidad y tranquilidad, nos conduce hasta la propiedad, ubicada en la apacible zona de Llucmaçanes. El trayecto es fácil y agradable, sumergiéndonos en el entorno natural desde el primer momento.
Al llegar, nos cautiva la fachada de esta encantadora casa menorquina de dos plantas, con un hermoso porche que actúa como nexo entre la vivienda y la zona de la piscina, creando un ambiente ideal para relajarse.
Lo que realmente distingue a esta propiedad es su total privacidad, rodeada de terreno rústico, sin vecinos cercanos, lo que la convierte en un refugio de paz y tranquilidad.
El interior de la casa está en perfectas condiciones, cuidadosamente reformado recientemente, manteniene el estilo tradicional menorquín resaltando detalles como preciosos techos abovedados de marés, que aportan carácter y calidez.
En la planta baja encontramos un amplio salón con chimenea de leña y un techo artesanal abovedado, tres luminosos dormitorios, un baño, un lavadero con claraboya y una cocina con comedor integrado, con acceso directo a la terraza y la piscina.
Subiendo por una elegante escalera de teka, accedemos al primer piso, donde se ubica un dormitorio en suite con vestidor, baño y espectaculares vistas al campo menorquín.
La propiedad cuenta con calefacción central de gasoil, preinstalación de aire acondicionado, luz y agua de red, ventanas de doble cristal, además de estar completamente aislada, lo que asegura un alto nivel de confort y eficiencia energética y un luger perfecto para vivir todo el año.
Todo esto, en plena naturaleza y a solo unos minutos en coche de Mahón, ofrece el equilibrio perfecto entre serenidad y accesibilidad.
¡Le invitamos a descubrirla!
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