En pleno entorno natural de Gelibra se encuentra este singular cortijo, rodeado de paz, privacidad y unas vistas privilegiadas al mar y la montañas.
La propiedad se asienta sobre una extensa parcela de 20.000 m², poblada de árboles frutales, entre los que destacan aguacates, que aportan frescura y productividad al terreno y a solo 25 minutos en coche del centro de Almuñecar.
El cortijo está dividido en dos viviendas independientes, cada una de ellas equipada con salón, cocina-comedor, cuarto de baño y dos dormitorios, lo que lo convierte en una opción ideal tanto para uso familiar como para recibir invitados.
La finca cuenta con participación de agua en la comunidad de regantes y pozo propio, lo que garantiza el suministro necesario para el cuidado de los cultivos y tiene suministro de electricidad.
Se puede llegar al cortijo en un coche normal.[IW]
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