Un piso que invita a quedarse.No solo por su luz o por su distribución, sino por esa sensación inesperada de amplitud y calma que aparece nada más entrar. El recibidor, amplio y con su armario empotrado, no es un simple paso: es la primera pista de lo cómoda que resulta esta vivienda en el día a día.Los dos dormitorios, también con armarios empotrados, mantienen esa misma línea de orden y practicidad. El baño completo y la cocina —amueblada, con despensa y salida directa a la zona de lavadero— hacen que la rutina fluya sin complicaciones.Pero si hay un espacio que cambia la percepción de todo el piso, es el patio de 50 m2. Un patio que no se menciona: se vive.Es el sitio donde imaginas desayunos tranquilos al sol, tardes de lectura o cenas improvisadas con la familia. La orientación sur hace que la luz acompañe buena parte del día, y la barbacoa añade ese toque que convierte el exterior en un pequeño refugio personal.El salón comedor, luminoso y cálido, actúa como nexo natural entre interior y exterior, haciendo que el patio sea una extensión real de la casa.La vivienda se completa con plaza de garaje y trastero, y además, en el exterior hay fácil aparcamiento, lo que aporta aún más comodidad para el día a día.Es un piso pensado para disfrutar, para vivirlo sin prisas.Si quieres descubrir todo lo que transmite, solo tienes que venir a verlo.A nosotros, mostrarlo, nos va a encantar.
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