Bienvenido a una encantadora casa en Castellar de la Fra. donde la elegancia se encuentra con la naturaleza en su máxima expresión. Construida en el siglo XIII, esta propiedad ofrece un espacio habitable de 82 metros cuadrados y parcela de 51 metros cuadrados, ideal para quienes buscan un refugio íntimo y sofisticado. Con una habitación y un baño, esta residencia es el epítome del lujo discreto.
Al entrar, serás recibido por un ambiente acogedor y cálido, acentuado por un hermoso suelo de piedra que aporta un toque de distinción. La sala de estar, bañada por la luz natural, cuenta con una chimenea que promete ser el corazón del hogar en las noches frescas. Desde el balcón, se despliegan vistas impresionantes de las montañas y el lago, creando un entorno de serenidad incomparable.
La propiedad se distingue por su encantadora terraza, un espacio perfecto para disfrutar del aire libre y relajarse mientras se contempla el paisaje circundante. Aunque no dispone de piscina, la proximidad a la naturaleza y las vistas panorámicas ofrecen un lujo que es difícil de igualar.
Esta casa es una joya escondida que combina la tranquilidad del campo con el confort de un hogar bien diseñado. Es una oportunidad única para quienes buscan un lugar exclusivo donde la belleza natural y el estilo de vida sofisticado se entrelazan de manera armoniosa. No dejes pasar la oportunidad de hacer de este refugio tu hogar.
Cuando se empezó a habitar el interior de la fortaleza arabe del castillo de Castellar de la Frontera
El interior de la fortaleza árabe del Castillo de Castellar de la Frontera comenzó a ser habitado desde su construcción en el siglo XIII. Las casas blancas y calles estrechas que forman el núcleo del "Castellar Viejo" se adaptaron al espacio dentro de las murallas, convirtiendo el castillo en una villa fortificada habitada desde entonces
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