Posiblemente el grupo de pinos que se encuentra en esta espectacular ubicación no haya querido subir la ladera y formar parte de los miles de árboles del parque natural de la Breña quizás para así poder disfrutar de la brisa marinera frente a la playa del pirata o acaso, al igual que el faro de Trafalgar, esperando ver surgir de las profundidades del mar algún barco hundido durante la contienda naval en la que el almirante Nelson salió victorioso.
Este pequeño pinar en una parcela de 4.500m2 también camufla y arropa una amable casita de 200m2 de estilo ibicenco, garaje, cuarto trastero y su pequeña alberca, que rememora la primera llegada de los seguidores del movimiento hippie que se refugiaban buscando libertad.
Consta de amplia terraza, azotea con vistas al mar, y en su interior, recibidor, luminoso salón-comedor con chimenea, cocina, despensa, 4 dormitorios, baño, aseo y trastero.
Esta propiedad ofrece la posibilidad de cubrir los anhelos de naturaleza, contacto directo con el mar y gracias al trozo de tierra, este ya a borde de mar, una especie de cubierta de proa frente al inmenso mar, un balcón para engrandecer los atardeceres inolvidables brindándonos la posibilidad de bajar las revoluciones de la actual vida diaria.
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