Villa SENSE es también un reflejo de la luz. El proyecto aprovecha el movimiento del sol para crear momentos únicos a lo largo del día. Un patio orientado al oeste captura la luz dorada de la tarde, reflejada en una lámina de agua diseñada para multiplicar esa sensación de calor y belleza. Nada es accidental: cada detalle responde a un análisis preciso del medio ambiente.Más que integración, Villa SENSE se instala en la tierra. Como un cuerpo que encuentra su lugar en el mundo, la arquitectura aquí no invade, sino que se adapta, descansa y se convierte en una extensión natural del paisaje. El diseño de la residencia no sigue un eje rígido, sino que se adapta suavemente al terreno. El edificio gira en busca de las mejores vistas, de la orientación solar más favorable. Esta rotación crea un gesto líquido y orgánico que da lugar a la curva como elemento central del proyecto.La curva no es decorativa, es una consecuencia natural del proceso de adaptación al lugar. A partir de ahí, todo el lenguaje visual se construye alrededor de la circular: la piscina, el atrio, los patios. Cada elemento responde a una lógica común, a un tono arquitectónico que permanece consistente en todo el conjunto.Así es como entendemos la arquitectura: como una respuesta serena y consciente al lugar.
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