Una casa de cuento a la orilla del río y junto a un manantial de aguas cristalinas
Llano de Con, en Cangas de Onís, es un hermoso y pintoresco pueblo que forma parte de la comarca de los Picos de Europa, conocido por su entorno natural privilegiado, rodeado de verdes praderas, montañas y bosques. Cuenta con una buena infraestructura que incluye servicios básicos como tiendas, restaurantes y alojamientos rurales, perfectos para disfrutar de la gastronomía local y la hospitalidad asturiana. Además, su ubicación estratégica permite acceder fácilmente a lugares emblemáticos como el Santuario de Covadonga, los lagos y diversas rutas de senderismo y actividades al aire libre.
Llano de Con también destaca por su encanto tradicional, con casas de piedra y arquitectura típica asturiana, que conservan su carácter auténtico. La comunidad es acogedora y tranquila, ideal para quienes desean vivir en un entorno rural sin renunciar a comodidades modernas.
Esta cuadra de piedra es realmente encantadora, ubicada junto al cauce de un río y a la vera de un manantial, lo que le añade un toque de tranquilidad y belleza natural. Tiene aproximadamente 60 metros de planta, convertible en una vivienda de dos plantas y bajocubierta, ofreciéndote mucho espacio y posibilidades para diseñarla a tu gusto, una oportunidad única para crear un hogar con mucho carácter y encanto en un entorno natural privilegiado. La cuadra se vende junto con dos fincas, una situada justo enfrente y a la orilla del río con 700 metros de superficie, y otra finca situada a pocos metros de 267 metros de superficie.
Vivir junto al cauce de un río de aguas cristalinas es una experiencia realmente única, llena de magia y encanto. Es un lugar donde la naturaleza se convierte en tu vecina constante, ofreciéndote un paisaje en movimiento, con el sonido relajante del agua fluyendo que acompaña tus días y noches. La pureza de esas aguas invita a la tranquilidad y a una sensación de conexión profunda con el entorno.
Este tipo de vida tiene un aire bohemio y libre, como si estuvieras en un rincón secreto del mundo, alejado del bullicio y las prisas. La cercanía al río te permite disfrutar de momentos especiales, como escuchar el canto del agua, ver cómo la luz del sol se refleja en su cauce o incluso bañarte en sus aguas en verano. Además, vivir en un entorno así inspira un estilo de vida más relajado, creativo y en armonía con la naturaleza, donde cada día puede ser una aventura o un momento de paz absoluta.
Tener un manantial junto a tu casa es como tener un tesoro natural: proporciona agua pura y fresca, que puede ser utilizada para el consumo diario, el riego de jardines o incluso para actividades recreativas. Además, un manantial aporta un sonido constante y relajante, que acompaña tus días con un murmullo suave y armonioso, creando una atmósfera de paz y serenidad.
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