Más que un piso: un hogar junto al Sardinero, donde todo está pensado para vivir bienVivir cerca del mar siempre suena bien. Pero vivir a 200 metros de la Playa del Sardinero, con todo lo que necesitas a tu alrededor, es otra historia. Es esa mezcla perfecta entre el sonido de las olas y la tranquilidad de saber que lo tienes todo al alcance de la mano.Porque aquí no es solo la playa. Aquí, cada detalle del entorno está pensado para una vida cómoda, familiar y plena.Los niños pueden ir andando al colegio, jugar en los parques cercanos o montar en bici por las zonas verdes sin alejarse de casa. El pan de la mañana se compra en la panadería de la esquina, el café se toma en tu terraza o en una de las muchas cafeterías con encanto de la zona, y el día a día fluye entre supermercados, farmacias y tiendas de barrio que ya conocen tu nombre.Moverte por Santander nunca ha sido tan fácil: con varias líneas de transporte público a pocos pasos, todo está cerca. Y si quieres darte un paseo especial, estás a minutos del paseo marítimo, de los Jardines de Piquío, del Gran Casino o del majestuoso Hotel Real.Y en medio de todo eso, está tu nuevo hogar.Una vivienda amplia, luminosa y acogedora de 190 m², pensada para vivirla de verdad. Un gran salón-comedor donde reunirse, celebrar o simplemente descansar, con acceso a una terraza encantadora donde el tiempo parece detenerse.Cuatro dormitorios llenos de posibilidades, dos baños completos para el confort diario, y una cocina con zona de office, perfecta para compartir desayunos tranquilos o cenas improvisadas.Todo ello en un edificio con ascensor, portero físico y, por supuesto, garaje cerrado incluido. Porque las cosas que facilitan el día a día también importan.Este piso no es solo una oportunidad. Es una invitación a vivir bien. A despertar con olor a mar, a bajar a la playa sin prisas, a tener una vida práctica sin renunciar al encanto.
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