Existen ya pocas propiedades con tanto encanto y personalidad con un estado de conservación excepcional como el de esta casa. Es el espacio ideal para desarrollar un proyecto de restauración y turismo interior con 12 habitaciones, o para crear un palacete con reminiscencias de la Riviera Francesa, con una fachada colorida y maravillosos espacios para el disfrute de toda la familia.Esta casa, cuyos orígenes se remontan a la primera mitad del siglo XIX, conserva todos los elementos históricos de una casa señorial ligada a una explotación agrícola, por eso cuenta con zona de caballeriza, almacenes, antiguo espacio de almazara, graneros y aljibe. La misma arquitectura nos habla de la distinción entre la vida de los señores y la del servicio, con espacios diferenciados entre la zona noble y las zonas de trabajo. En la zona noble, la parte frontal de la casa encontramos una entrada grandiosa que da acceso a una sala de estar con chimenea y librería, un gran comedor y la escalera para acceder a la planta primera, donde hay un inmenso salón de estar y dos habitaciones con letrinas antiguas, techos muy altos y grandes ventanales.Sin embargo, es en la zona de servicio donde uno puede encontrar los elementos históricos mas interesantes, desde horno de leña, la cocina en estado original, lavandería donde se preparaba la lejía, calentaba agua y se alimentaba el sistema de luces de gas con hidrocarburo. También tenemos la zona de los caballos ideal para un comedor exterior, un aljibe abovedado ideal para spa o piscina cubierta, un patio muy soleado, jardín romántico, terrazas solarium… todo un espacio ideal para pasar mucho tiempo al exterior. Si se desea, se puede hacer piscina. Finalmente, en la planta ático encontramos dos grandes espacios diáfanos con techos altos y vistas panorámicas desde donde se puede divisar el mar de la bahía de Cala Millor.
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