Lujoso complejo de nueva construcción con varios pisos en Santa Catalina. En la 4ª planta hay un total de 4 pisos, cada 2 o 3 dormitorios y dos cuartos de baño, así como un balcón. El salón-comedor es diáfano y cuenta con una cocina equipada. También hay un trastero. La superficie habitable oscila entre 75,41 m2 y 105,81 m2. El precio de compra parte de 989.000 euros por piso, dependiendo del equipamiento. Ya se pueden ver dos pisos piloto. Todo el complejo consta de pisos de 1, 2 ó 3 dormitorios, terraza cubierta y áticos con solarium privado y piscina/jacuzzi. Todos los pisos disponen de salón, comedor y cocina con barra americana. Los grandes ventanales del salón dan a una terraza cubierta. Los pisos pueden amueblarse en tres diseños diferentes. Se concede gran importancia a los materiales de alta calidad, el confort y el bienestar. Los residentes pueden disfrutar de la elegante zona común, con numerosos elementos de diseño y obras de arte, como una gran piscina iluminada y una sala de fitness con duchas independientes. Hay plazas de aparcamiento para bicicletas. Se pueden adquirir por separado plazas de aparcamiento y trasteros en el aparcamiento subterráneo. El complejo está totalmente cerrado y cuenta con pasarelas interiores que permiten acceder fácilmente a las distintas instalaciones. Solicite más documentación y disponibilidad actual. - Calefacción por suelo radiante - Aire acondicionado central - Cocina amueblada - Sala de fitness - Piscina comunitaria - Jardín comunitario - Plaza de aparcamiento subterráneo (opcional) - Trastero en el sótano (opcional) Históricamente fue un barrio de pescadores, ya que estaba muy cerca del mar, por lo que aún se conservan las típicas casas de una o dos plantas con sus características terrazas y fachadas con contraventanas mallorquinas; algunas tienen un pequeño jardín que aún recuerda cómo era el barrio no hace tanto tiempo; Santa Catalina conserva el estilo típico de los barrios con casas bajas y calles tranquilas. El origen del barrio fue el asentamiento de El Jonquet, cuyo nombre hace referencia a una zona de cañas, planta que debió ser muy abundante por su proximidad al mar. Este núcleo originario fue un lugar donde se asentaron pescadores, a los que se unieron profesiones vinculadas al mundo del mar, como cordeleros y otras como molineros. Prueba de estas actividades son los molinos de El Jonquet y los de la calle Industria. El barrio se enriqueció a finales del siglo XIX y principios del XX con edificios modernistas, de los que aún se conserva el teatro Mar y Tierra. El barrio cuenta con una iglesia parroquial del siglo XIX, la Iglesia de la Inmaculada Concepción (también llamada de San Magín), así como con todos los servicios necesarios para la vida moderna, como centros de salud, colegios, correos, sucursales bancarias y establecimientos gastronómicos que van desde pequeños y tranquilos restaurantes hasta el típico bar del barrio y pubs decorados con las últimas tendencias artísticas.
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