No hace falta que una casa tenga cien metros para sentirse bien. Cuando menos es más: piso práctico, bonito y bien pensado
Lo que importa es cómo se vive, y este piso, aunque no sea enorme, tiene lo justo para estar a gusto.
Está en una zona estupenda, tranquila pero con vida, donde puedes hacer tu día a día sin complicarte: tienes de todo cerca y bien conectado.
Dentro, el espacio está bien repartido.
Dos habitaciones que se prestan tanto al descanso como a tener un rincón para ti.
Un baño completo, cómodo y funcional.
Un salón-comedor amplio, de esos que invitan a quedarse un rato más, y una cocina independiente donde puedes cocinar sin que huela toda la casa.
La vivienda está en buen estado, lista para entrar a vivir sin tener que meterte en líos ni hacer reformas eternas. Es de esos pisos que, sin alardear, te lo ponen fácil desde el primer día.
Perfecto para empezar, para invertir, o para quien busca un hogar cómodo y práctico sin pagar por metros que no necesita.
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