Esta encantadora finca rústica se encuentra en las tranquilas colinas de Casares, ofreciendo un estilo de vida andaluz auténtico en un entorno completamente privado y sereno. Situada junto a la pintoresca carretera que conecta la costa con el tradicional pueblo blanco de Casares, la propiedad se accede a través de un camino privado rodeado de naturaleza, pasando por lugares emblemáticos como el prestigioso campo de golf Finca Cortesín y la conocida Venta Victoria.
Con orientación suroeste y rodeada de paisajes vírgenes, la finca disfruta de sol durante todo el día y de impresionantes vistas al atardecer que abarcan las colinas y el mar en la distancia. La vivienda principal está impregnada de carácter, con una arquitectura tradicional, acabados rústicos, materiales naturales y tonos cálidos que se integran perfectamente con el entorno rural.
El interior de la casa principal ofrece una distribución acogedora y funcional. La cocina de estilo campestre, completamente equipada y con zona de comedor, actúa como el corazón del hogar, ideal para reuniones familiares o para recibir invitados. El salón cuenta con una chimenea original y ofrece un ambiente cálido y relajante, perfecto tanto para momentos de tranquilidad como para encuentros sociales. El dormitorio principal dispone de baño en suite, mientras que otros dos dormitorios comparten un segundo baño, todos decorados en armonía con el estilo atemporal de la vivienda.
En la finca se encuentra también una construcción independiente, ideal como oficina, estudio creativo o alojamiento adicional, aportando versatilidad al conjunto.
Los espacios exteriores están pensados para disfrutar al máximo del clima mediterráneo. Una terraza con zona de barbacoa integrada ofrece el entorno perfecto para comer al aire libre, mientras que la piscina privada —con opción de cubierta— puede utilizarse durante todo el año. Existe la posibilidad de crear una zona de relax en la colina, con vistas panorámicas al mar y a la montaña, ideal para disfrutar de momentos inolvidables en plena naturaleza.
La finca destaca además por su enfoque sostenible y autosuficiente. Dispone de un sistema de energía solar con 20 paneles que abastecen de electricidad y agua caliente, complementado con gas para la cocina y la calefacción. Dos pozos privados garantizan el suministro de agua, lo que convierte a esta propiedad en un excelente ejemplo de vida rural con bajo impacto ambiental.
Se trata de una oportunidad única para adquirir una finca andaluza auténtica que combina privacidad, tradición y belleza natural, a solo unos minutos de las playas, campos de golf y todos los servicios de la Costa del Sol. Ideal para quienes buscan tranquilidad, autenticidad y conexión con la naturaleza, sin renunciar a la comodidad y accesibilidad de la vida moderna.
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