Déjate seducir por el encanto de esta casa reformada, que conserva la esencia y el espíritu de las tradicionales viviendas de pueblo. Sus paredes de piedra, techos con vigas de madera y revoltones de adobe, junto al suelo de barro, cuentan historias de tiempos pasados, renovadas con un gusto delicado y lleno de calidez.
En la planta baja, el salón-comedor con chimenea se funde con la cocina americana, creando un espacio acogedor donde imaginar mil momentos junto al fuego. Un baño y un pequeño patio completan este refugio lleno de luz y aire puro.
Las dos plantas superiores, espejo una de la otra, albergan dos dormitorios con baños cada planta que invitan al descanso y a soñar despierto.
Situada en la Vall de Gallinera, un rincón mágico y poco explorado del Levante, esta casa es un auténtico tesoro para quienes buscan la paz, la naturaleza y la belleza de lo auténtico.
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