Vivir, trabajar o visitar la capital española pone a prueba sus infraestructuras. Un examen donde disponer de sitio para estacionar resulta clave.
La movilidad y el aparcamiento acostumbran a estar entre las principales inquietudes de los residentes en las grandes ciudades.
Cada día, millones de personas entran, salen y se mueven por cualquier gran capital europea. Un reto para el que grandes ciudades como Madrid deben estar preparadas en todo momento.
Las dificultades para encontrar aparcamiento en Madrid son uno de los diez grandes problemas de la ciudad.
Según los madrileños, únicamente la limpieza y la contaminación del aire superan a los atascos de tráfico y la falta de aparcamiento como principales problemas urbanos.
El asunto se ha acentuado, tras ampliarse las aceras, aumento de terrazas de hostelería, construirse nuevos carriles bici y readecuarse los espacios públicos a la normativa de accesibilidad.
La gravedad del problema queda ejemplificada por la falta de plazas de zonas de estacionamiento regulado. Según el Ayuntamiento de Madrid se han concedido más de 234.000 tarjetas para residentes entre zonas verdes y azules. Sin embargo, solo existen, algo menos, de 154.000 plazas disponibles.
La zona de Madrid Central cuenta con 9.363 plazas para los 24.801 coches privados que pueden acceder al área delimitada. Estas plazas se reparten en diferentes tipos de aparcamientos públicos:
• 10 municipales de rotación: público en general
• 7 mixtos: compartidos por residentes y público en general
• 40 de empresas privadas
Aunque la gran mayoría de inversores opta por la compra de viviendas, cada vez son más aquellos que se decantan por los activos alternativos. Un tipo de inversión muy atractiva para el ahorrador, por su alta rentabilidad.
Entre esos otros activos encontramos los garajes y plazas de aparcamiento en grandes ciudades. Y dentro de la ciudad de Madrid los barrios incluidos dentro de Madrid Central, como es Malasaña, dan una mayor rentabilidad por las dificultades de aparcamiento, sobre todo por la amplia zona peatonal que existe, sin poder aparcar los vehículos en la calle.
Dentro de Malasaña, vendemos una plaza de garaje en una zona totalmente peatonal y que, por comodidad, se hace necesario disponer de aparcamiento.
Para la entrada de vehículos se accede, al parking, mediante puerta que se abre lateralmente, con un ancho de 2,64 m y la altura de 2,67 m y, desde allí, mediante rampas, se llega a la planta tercera de sótano, donde se encuentra la plaza de garaje. Las medidas son: 4,80 m de largo y 2,25 m de ancho, ideal para coche mediano-grande que no supere el 1,80 m de altura.
El parking, dentro de un edificio residencial, dispone de 3 plantas de sótano con un total de 86 plazas de garaje.
El parking, además, tiene conserje-vigilante, con la seguridad que ello proporciona. Para los peatones, existe una escalera que llega al portal del edificio.
En cuanto a las calidades: suelo adoquinado, paredes pintadas en pasta rayada con el número de cada plaza en su pared o columna correspondiente, color blanco con franja azul; cada una de las plazas de garaje están delimitadas mediante líneas amarillas; sistemas de extracción de humos. En la planta segunda de sótano hay un aseo. Sistema contraincendios y extracción de humos. Además el parking cuenta con semáforos en cada una de las plantas que nos indica si podemos continuar la marcha o hay que esperar.
En definitiva un parking completo, dentro de una zona muy difícil de aparcar como en la del Barrio de Malasaña, en pleno centro de Madrid.
Año de construcción: 1.977.
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