GEINBAR VENDE.- PRECIOSO PISO TOTALMENTE REFORMADO EN EL CORAZÓN DE SARRIÀ Finca de pocos vecinos. Precioso y amplio piso con salón comedor de 40m², cocina abierta y equipada, suelos de mosaico hidráulico original recuperado. Tres dormitorios, uno doble en suite y dos individuales, baño con plato de ducha y un aseo de cortesía. Características básicas: •153m² construidos, 148m² útiles •2 habitaciones dobles • 1 habitación individual • 2 baños • 1 aseo •Gran salón comedor de 40m² •Amplia cocina con isla y equipada •Galería •Suelos de mosaico •Balcón •Aire acondicionado •Calefacción por radiadores •Armarios empotrados •Ascensor •Finca del año 1950 SE PUEDE VISITAR A PARTIR DE JUNIO El barrio de Sarrià conserva aún el aire de pueblo que entusiasmó a la burguesía catalana del siglo XIX: pequeñas calles y plazas que se vertebran en torno a la calle Major, aceras estrechas en calles para peatones y gente vecina que se saluda al pasar. Sarrià, por la influencia de los menestrales y burgueses que instalaron las casas de veraneo, fue una de las zonas más prósperas de Barcelona. Un esplendor que se manifiesta en el ámbito arquitectónico, con casas, muchas de las ellas modernistas, que se pueden ver en el casco antiguo, en el pasaje de Mallofré o en la plaza de Sant Vicenç. Cerca de la plaza de Sarrià encontramos la Casa Orlandai, el actual centro cívico del distrito, una joya modernista con unas decoraciones interiores y unos vitrales que merecen una visita e incluso un café en la terraza interior. Pasear por Sarrià no sería lo mismo sin detenerse a admirar el goloso escaparate de la pastelería Foix, toda una institución en el barrio. Con más de 125 años de historia, este establecimiento ha endulzado la vida de muchos barceloneses. El escritor J. V. Foix, hijo del fundador de la pastelería, cambió dulces por poemas y se convirtió en una de las mayores figuras literarias de las letras catalanas. Y de los pasteles a las patatas, porque en Sarrià, concretamente en el Bar Tomàs, en la calle Major, se comen las consideradas las mejores patatas bravas de la ciudad. Sarrià fue un núcleo independiente hasta 1921, cuando se anexionó a Barcelona. A pesar de ello, Sarrià todavía mantiene su espíritu de pueblo independiente de la gran Barcelona. Paseando por sus plazas y calles, podemos prestar atención a casas y tiendas: susurran la historia de un pueblo que se mantiene fiel a su esencia.
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