En el corazón del Barrio Gòtic, se encuentra esta auténtica joya arquitectónica: un piso esquinero situado en un edificio histórico de 1890 que ha sido testigo privilegiado de la historia de Barcelona y de la vida catalana durante más de un siglo. Su fachada señorial y su imponente presencia transmiten el encanto de una época dorada, donde la artesanía, los materiales nobles y la elegancia eran el sello distintivo de la ciudad condal.Esta propiedad conserva la esencia del estilo original, con techos altos de bóveda catalana, suelos de mosaico hidráulico hechos a mano y baldosas de barro rojo, detalles que hoy en día son auténticas piezas de arte. Las cinco balconeras que abrazan la esquina permiten que la luz natural inunde todas las estancias, aportando una atmósfera cálida y serena durante todo el día. Cada uno de esos balcones ha sido testigo del paso del tiempo, de los cambios políticos, sociales y culturales que han definido la identidad de Cataluña.El piso colinda nada menos que con la residencia oficial del presidente de la Generalitat de Catalunya, compartiendo vecindad con uno de los enclaves más emblemáticos y con mayor carga simbólica de la ciudad. Desde sus ventanas, se percibe la historia viva del país: generaciones de presidentes, visitantes ilustres y ciudadanos han transitado las mismas calles que rodean esta finca, configurando una ubicación única y cargada de significado.La finca, con un portal majestuoso y acabados en mármol, conserva todo el esplendor arquitectónico del siglo XIX. Un edificio que respira autenticidad y carácter, con una presencia que se impone en una calle que guarda la calma de lo escondido: Ubicado en una vía peatonal discreta y tranquila, conocida solo por los vecinos del Gòtic y por aquellos que aman la Barcelona más auténtica. A escasos metros se abre la Plaça Sant Jaume, el corazón político de la ciudad, donde convergen el Palau de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.Su ubicación es, sencillamente, inmejorable. Desde aquí, se puede acceder caminando a los lugares más emblemáticos de la ciudad: Plaça Catalunya, Las Ramblas, Via Laietana, el Port Vell e incluso la playa de Barcelona. Todo a unos minutos de distancia. Además, la zona ofrece una vibrante y variada oferta gastronómica, cultural y comercial, con restaurantes de autor, galerías de arte, boutiques, y rincones históricos que invitan a perderse entre sus calles empedradas.En cuanto a su potencial, esta propiedad representa una oportunidad de inversión excepcional. Gracias a su estructura de tabiques y su distribución flexible, el piso permite una reforma integral que puede transformarlo en una vivienda contemporánea de alto nivel, combinando el encanto de lo antiguo con la funcionalidad moderna. La amplitud de los espacios, la altura de los techos y la abundante entrada de luz natural lo convierten en el lienzo perfecto para crear una residencia de ensueño.Imagina devolverle la vida a esta vivienda, conservando sus elementos originales; los suelos de mosaico, las vigas de madera, las puertas con cristales biselados y complementándolos con un diseño actual, líneas puras y materiales nobles. El resultado: una pieza única que combina historia, elegancia y modernidad, en una de las zonas más cotizadas y con mayor demanda de la ciudad.En el centro histórico de Barcelona, donde cada piedra cuenta una historia y cada calle respira siglos de cultura, esta propiedad destaca por su autenticidad, su ubicación privilegiada y su extraordinario potencial de revalorización. Una oportunidad irrepetible para quienes buscan invertir en un patrimonio con alma, donde la historia y el futuro se entrelazan en perfecta armonía.
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