Un rincón de ensueño entre el aroma del mar, los baladres y los pinos de Ibiza
En lo alto del acantilado que une Cala Llenya con Cala Nova, se alza un ático completamente renovado, pensado para quienes sueñan con un estilo de vida sosegado, rodeado de belleza natural, confort y una atmósfera profundamente ibicenca.
Este refugio único se ubica en una de las zonas más deseadas del este de la isla, en Santa Eulalia del Río, entre dos de las calas más encantadoras de Ibiza. Desde sus ventanales y su imponente azotea, el mar se extiende como un lienzo infinito, y la brisa suave transporta el aroma dulce de los baladres en flor, esas plantas autóctonas que, junto a los almendros en flor y las frondosas pinadas, dibujan el alma vegetal de la isla.
La propiedad se despliega en dos plantas: una vivienda de 103 m² cuidadosamente rehabilitada en otoño de 2021, con un estilo que respeta y celebra la arquitectura tradicional ibicenca, y una terraza de 94 m² en la azotea, de uso exclusivo, que se convierte en un auténtico paraíso privado. Un lugar perfecto para disfrutar del solárium, sumergirse en el jacuzzi, o relajarse en una zona chill out, rodeado de naturaleza y vistas que acarician el alma.
En su interior, tres amplios dormitorios —el principal en suite— y estancias revestidas con acabados en Mortex, suelos y paredes que evocan la tierra, la calidez, el diseño. Las puertas de madera maciza de melis arañada, la chimenea con cristal serigrafiado que reparte su calor por todos los rincones… Cada detalle está cuidado al máximo.
Las primeras luces del día bañan esta vivienda cada mañana, regalando amaneceres de colores suaves y mágicos. Y cuando cae la tarde, los cielos de Ibiza ofrecen espectáculos de luz que solo desde aquí parecen cobrar todo su sentido.
La zona cuenta con una exquisita oferta gastronómica y de ocio: a pasos del reconocido Bless Hotel Ibiza, Atzaró Beach Cala Nova, Aiyanna y muy cerca del legendario mercadillo hippy de Las Dalias, un rincón donde la música, los colores y la paz vibran como en ningún otro lugar.
Y todo, a tan solo 8,4 km de Santa Eulalia y 26 km del vibrante corazón de Ibiza.
Una propiedad que no solo es un hogar, sino una experiencia sensorial y emocional en uno de los paisajes más bellos del Mediterráneo.
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