Ubicado en la última planta de un edificio con ascensor, este ático representa una ocasión excepcional. Con 115 m² construidos y orientación a los cuatro puntos cardinales, la vivienda disfruta de una luminosidad extraordinaria durante todo el día. Dispone de dos amplias terrazas de 92 m² y 20 m² desde las que se contemplan impresionantes vistas panorámicas a La Mola, Montserrat y la Sierra de Collserola. Desde la terraza principal, la Sierra de Sant Llorenç se abre ante ti, ofreciendo una sensación constante de contacto con la naturaleza sin renunciar a la vida urbana.
La vivienda se distribuye a partir de un espacioso recibidor. Desde aquí se accede a la cocina, que cuenta con zona de despensa y una práctica galería-lavadero con vistas a La Mola y salida directa a una de las terrazas. De nuevo en el recibidor, el amplio salón-comedor destaca por su gran luminosidad y por una generosa balconera que conecta con la terraza principal, desde la que se disfrutan vistas directas a la Sierra de Sant Llorenç, creando un ambiente único de tranquilidad y amplitud.
El ático dispone de cuatro dormitorios exteriores, todos con grandes ventanales, y dos baños, organizados en dos áreas diferenciadas para mayor comodidad. Desde el salón se accede a dos dormitorios dobles con salida a la terraza de 20 m², orientada hacia Collserola, así como a un baño completo de grandes dimensiones. Esta zona ofrece la posibilidad de transformarse en una espectacular suite con vestidor y baño, o bien mantener su distribución actual.
En el lado opuesto de la vivienda, con acceso desde el recibidor, se encuentra una segunda zona de descanso totalmente independiente, compuesta por dos dormitorios adicionales y un segundo baño con ducha, ideal para garantizar privacidad y funcionalidad.
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