Ubicada en plena naturaleza y rodeada de tranquilidad, esta encantadora casa de campo de 1900 conserva todo el encanto de la arquitectura rural menorquina. Con sus muros de piedra, su safareig, el horno de leña exterior, pozo comunitario y cisterna, esta propiedad respira historia en cada rincón.
La finca cuenta con aproximadamente 10.000m² de terreno, ideal para quien sueñe con crear su propio huerto, viñedo o simplemente disfrutar del campo. La vivienda principal tiene unos 211m² construidos, distribuidos en dos plantas.
En la planta baja encontramos una distribución tradicional: salón, comedor, cocina independiente, un baño y tres dormitorios. En la planta superior, tres espacios independientes ofrecen múltiples posibilidades: más dormitorios, estudio... Desde aquí se accede a una amplia terraza con preciosas vistas abiertas al campo menorquín.
La finca también dispone de anexos agrícolas, actualmente usados como trasteros o almacenaje, pero con gran potencial para convertirse en establos, talleres o zonas de ocio.
Es una propiedad con alma y muchas posibilidades de reforma, perfecta para quien busca una auténtica casa de campo menorquina y desea adaptarla a su gusto, conservando su esencia.
Gracias a su excelente ubicación, se puede disfrutar de la calma del entorno rural sin renunciar a la comodidad: el centro de San Lluís está a solo unos minutos, con todos los servicios (tiendas, supermercados, bares, restaurantes y escuela), y las playas de la costa sur se encuentran a solo 4 km.
Una propiedad con gran potencial para convertirse en un refugio con carácter, rodeado de naturaleza y autenticidad.
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