Privacidad y fácil acceso confieren a esta finca un atractivo especial. Las dos construcciones (principal y auxiliar) así como la piscina se hayan edificadas sobre una parcela de 8.500m2
totalmente vallada con portero de control remoto.
El edificio principal cuenta con tres plantas diáfanas y con mucha luz. La calidad de los materiales se refleja en todas las estancias, así como sus generosas dimensiones para mayor
confort de quien la habita.
Tal como entramos al Mas cruzando una puerta de madera maciza bajo un arco de piedra encontramos un recibidor desde el cual podemos dirigirnos a la zona de día, de noche o subir a
las plantas superiores. Si nos dirigimos a la zona del salón comedor, un amplio ventanal nos sorprenderá ya que como si de un lienzo se tratara divisamos el paisaje. Desde el salón y junto a la chimenea podremos observar las puestas de sol, pero si gozamos de buena temperatura, como es habitual en la zona, podremos salir al porche y disfrutar de las mismas vistas en el exterior.
Por toda la casa apreciamos vigas vistas forradas de madera, armarios empotrados y en general carpintería interior y exterior de alta calidad. La cocina office contigua al comedor dispone de electrodomésticos de alta gama (Gaggenau) y acceso directo al jardín.
La finca dispone de pozo de agua propio, potabilizadora, descalcificador, un depósito de agua de 20.000 litros, dos depósitos de gas, alarma perimetral, pararrayos, antena parabólica, …
Pese a que la finca está conectada a la red eléctrica dispone también de un sistema de placas fotovoltaicas que generan un ahorro considerable en la factura de la luz.
La primera planta cuenta con dos habitaciones suite, una habitación doble y una terraza solárium. Si subimos a la segunda planta encontramos una habitación doble más un espacio multiusos desde el cual se divisan los bosques del Baix Gaià.
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