ASÓMATE A LA RÍA DE SAN VICENTEHay viviendas que conquistan por lo que son, y otras por lo que te hacen sentir. Este dúplex en San Vicente de la Barquera pertenece, sin duda, a la segunda categoría. Su entrada independiente ya te da la bienvenida a tu propio refugio junto al mar.Al cruzar la puerta, la planta baja se abre con un salón luminoso que mira de frente a la Ría de San Vicente. Las vistas tienen ese efecto hipnótico que solo la villa sabe regalar: la luz cambiando a lo largo del día, las mareas dibujando su propio ritmo y, al fondo, ese verde tan cántabro que parece no agotarse nunca. Desde aquí sales a una terraza, perfecta para montar una mesa con sillas y apropiarte de un ritual que acaba siendo inevitable: desayunos lentos, sobremesas al aire libre y noches de verano mirando cómo la ría se va apagando poco a poco. La cocina, práctica y funcional, encaja muy bien con el día a día. Cuenta además con un tendedero que suma comodidad sin restar espacio.En la planta superior aguarda la zona más tranquila de la casa. Dos habitaciones muy cuidadas, pensadas para descansar sin más ruido que el de la propia villa cuando amanece. Desde la habitación principal podrás disfrutar igualmente de esas vistas espectaculares. En esta planta también se encuentra un cuarto de baño completo.Este dúplex se encuentra en perfecto estado para entrar a vivir. Cada estancia transmite esa sensación de haber sido cuidada con cariño con el paso del tiempo.Y como la comodidad también importa, la vivienda incluye plaza de garaje y trastero. A eso se suman unas zonas comunes especialmente agradables: piscina para refrescarte en verano y áreas ajardinadas muy bien cuidadas, ideales para desconectar sin salir de casa.San Vicente de la Barquera es un lugar que te atrapa sin esfuerzo. Vivir aquí es aprovechar todo el encanto de una de las villas marineras más bonitas de Cantabria. Sus playas interminables, el casco histórico con su puente medieval, el sabor a puerto pesquero auténtico, los paseos al atardecer y esa mezcla tan especial de mar, montaña y naturaleza que hace que cada rincón tenga algo distinto que ofrecer. Tanto si buscas un hogar para el día a día como si sueñas con una segunda residencia que se convierta en tu refugio personal, San Vicente conquista a cualquiera que se deje llevar.Este dúplex es una forma preciosa de vivir la villa desde dentro, con la ría como compañera de cada día y un entorno que invita, siempre, a quedarse un rato más.
