LUZ, VISTAS Y VIDA JUNTO AL MARTe presentamos una vivienda con alma, de ésas que cuando entras sientes que podrías vivir en ella desde el primer minuto. Situada en la calle Zancajo Osorio, en una de las zonas más cómodas y accesibles de Santander, este piso reúne todo lo que buscas para empezar una nueva etapa: ubicación, comodidad, vistas y mucha, muchísima luz.Con una superficie construida de unos 80 metros cuadrados, esta vivienda se distribuye de forma práctica y acogedora. Cuenta con dos dormitorios, ambos con armarios empotrados, un baño completo con ducha, una cocina espaciosa y un amplio salón que te robará el corazón.Y es que el salón es, sin duda, el protagonista de esta casa. Un espacio generoso, luminoso y cálido desde el que podrás disfrutar de unas preciosas vistas al puerto del Barrio Pesquero, ese rincón tan auténtico de Santander donde la vida huele a mar y a tradición. Imagínate desayunar viendo los barcos o cerrar el día con una copa de vino contemplando cómo cae el sol sobre el agua.La orientación sur es otro de los grandes aciertos de esta vivienda. ¿Qué significa esto? Significa que tendrás luz natural durante todo el día, un ambiente más cálido en invierno y una eficiencia energética que tu bolsillo agradecerá. La casa es alegre, luminosa y transmite una energía muy especial.Ubicada en una zona totalmente llana, algo que no siempre es fácil de encontrar en Santander, tendrás absolutamente todo a mano: supermercados, colegios, farmacias, parques, transporte público... y lo mejor, los mejores restaurantes de pescado y marisco de la ciudad a escasos pasos. Un lujo para el día a día y también para disfrutar con familia y amigos.El edificio, además, no tiene barreras arquitectónicas. El portal cuenta con ascensor a pie de calle, lo que garantiza comodidad y accesibilidad para todos.En resumen, hablamos de un piso cuidado al detalle, listo para entrar a vivir, perfecto tanto si buscas tu primera vivienda como si deseas invertir en una zona con mucho encanto y gran demanda.Porque no todas las casas cuentan una historia, pero esta sí. Y quizás, su próxima historia seas tú quien la escriba.
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