El subarrendamiento es uno de los grandes riesgos de las viviendas en alquiler y por eso lo mejor es establecer las cláusulas del contrato con precisión para que todo quede claro entre las partes.

Si crees que la vida te sonríe porque tienes una vivienda en alquiler y recibirás una renta mensual debes saber que no todo son cosas positivas. El gran fantasma de los propietarios de inmuebles en alquiler está al acecho: el subarrendamiento.

Razones del subarrendamiento.

¿Es posible evitar este agujero negro en el que caen muchos dueños sin siquiera quererlo? Las razones del subarrendamiento pueden ser varias, desde un inquilino que vive solo pero no puede afrontar la renta hasta alguien que no comunica antes de la firma su idea de subalquilar la vivienda a terceros para así dividir la mensualidad. También están los casos de inquilinos fiables que, por alguna razón, reciben amigos o familiares por algunos días y cuya estancia luego se extiende en el tiempo de forma indefinida…

peligros del subarrendamiento

 

Sea cual sea el caso, lo importante es saber que para subarrendar una propiedad se necesita el permiso escrito del arrendatario, en caso contrario, el inquilino está incumpliendo el contrato, lo que además de una falta grave implica un riesgo pues es el único responsable ante cualquier eventualidad. Es bueno saber que el subarrendamiento es una posibilidad siempre dentro del sistema de alquiler, pero para que ocurra las partes deben ponerse de acuerdo por escrito.

En el caso de alquileres múltiples, es preciso establecer las responsabilidades de cada inquilino, en especial cuando son varias las personas que viven en una vivienda pero el contrato está sólo a nombre de una de ellas. Cuando es otro de los inquilinos el que decide dejar el piso antes de la finalización del contrato, tanto la persona que se irá como el titular del contrato deben firmar un documento que libere a la primera de cualquier obligación derivada de dicho contrato. Además, el inquilino que se va, recibirá la fianza correspondiente de parte de los compañeros que se queden, no del propietario.

Distinto es el caso en el que un casero sospecha que su inquilino está subarrendando una habitación sin su permiso. Entonces, el propietario puede hacer una demanda de desahucio contra el inquilino, en cuyo caso éste tendrá que demostrar que las personas que viven en la vivienda no pagan alquiler.

Hay diferentes situaciones y una variedad de ejemplos, el subarrendamiento tiene muchas aristas y por eso lo importante es llegar siempre a la instancia legal para así estar protegidos.

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